Al menos seis personas fueron detenidas este miércoles tras las protestas violentas que se desarrollaron en Río de Janeiro contra la aprobación de un aumento de las cotizaciones de los empleados públicos al sistema de seguridad social.

La subida de las contribuciones, que pasarán del 11 % al 14 %, fue aprobada por la Asamblea Legislativa del estado de Río, cuya sede fue protegida por un impresionante dispositivo de seguridad para contener las movilizaciones en las que participaron centenares de personas.

Durante las protestas se registraron momentos de tensión con enfrentamientos entre policías y manifestantes, que lanzaron bombas molotov y fueron reprimidos por los agentes con gases lacrimógenos y balas de goma.

Los incidentes de Río de Janeiro coincidieron con las protestas desarrolladas en Brasilia contra el Gobierno de Michel Temer, en las que participaron más de 40.000 personas y que terminaron con ataques a varios ministerios y enfrentamientos violentos.

Además, se produjeron un día después de que el Parlamento regional de Río de Janeiro aprobara la extensión hasta finales de 2018 del estado de calamidad financiera declarado en junio pasado ante la incapacidad de cumplir sus compromisos, que en esa época incluían las obras para los Juegos Olímpicos de 2016.

En los últimos meses, el Gobierno regional solo pagó a tiempo los salarios de los funcionarios de seguridad y educación, mientras que los trabajadores de otras áreas tuvieron que aceptar cuotas o resignarse a llevar varios meses sin recibir sus sueldos.

Tras Río de Janeiro, los estados de Río Grande do Sul y Minas Gerais también declararon el año pasado calamidad financiera por su incapacidad de cumplir sus obligaciones.

EFE